Aquí se leen (o se solían leer) los ejercicios de escritura automática de un tipo al que le encanta levantarse tarde... pero no puede.

Dejar que tus poros destilen el polvo gris de la plata triturada

Extirpar de tus oídos el sentido de lo torpe, y relamer con ansiedad el último dulce del Halloween. No importa que ante ti se abra un portón hecho de brazos que te empujan a saltar a la cascada de cemento. No importa que un costal de aves rapaces llegue ante tu puerta. No es posible ver el muelle erguirse entre mástiles de piedra si antes no has rociado la superficie del mar con papeles impregnados de letras diminutas. Saltar por la borda y largarse a correr. Despejar el ambiente de papel picado, y retener en tu paladar el sabor del primer tetero de la infancia. Dejarse de balbuceos. Arrojar el tartamudeo lejos. Detener las rosas perfumadas que amenazan apestar en la punta de tus dedos. Y pensar en clave negra. Un tornillo apretado en la sien de cada uno de tus enemigos. Así se trate de orugas criadas en petróleo o de raíces amputadas que se asoman al filo de tu ventana. Una catarata de brea que se desliza implacable sobre las callecitas de tu barrio. Un puerco chillando empinado en sus pezuñas aterrado ante el rugido de las bestias que han dejado sueltas. Aves engrasadas que vuelan casi a ras de suelo, capturando a picotazos salvajes cosas como dedos o gusanos que pertenecieron a personas simples. Nutrias con la cola erizada de pólvora, rasgando el fango para salvar el pellejo a último momento. Y un roce inoportuno que se vuelve chispa, un zumbido general del apacible paisaje abotagado de formas aceitosas y oscuras, y un tronar final de placas tectónicas felices de andar liberando una insoportable sed telúrica después de siglos. (Tiempo de escritura: 8’ 15”. Edición: 3’ 23”)

3 entusiastas que decidieron alimentar la máquina:

Pedro Noli dijo...

Aquí, el autor del maldito y sorprendente "El evangélio según Jhonny Copete" ha decidido explotar su creatividad y, otra vez, fomentar la de sus lectores. Mis eternas felicitaciones y un saludo desde tu Sur.

juan dijo...

Bono le sube el volumen al reproductor y por la ventana escapan cuatro nuevas canciones de u2 buscando cama en red. Sigue subiendo el volumen entonces, tal vez escuchemos el latido de un corazon

PADRE RESPONSABLE dijo...

Peter: ¡Bienvenido, amigo mío! Ya sabés que estás en casa. ¡Aguante Ajá!

Juan: estoy de acuerdo. El corazón baila mejor cuando la música retumba.