Aquí se leen (o se solían leer) los ejercicios de escritura automática de un tipo al que le encanta levantarse tarde... pero no puede.

Instalar tu detector de tragedias y echar a andar

Ver pasar la falda descosida de una mujer de más de ochenta años a la que le falta una oreja y las uñas se le caen. Tropezar con un perro sanbernardo que lleva tres días escupiendo baba oscura. Preguntarle algo a un hombre que te habla con voz de lata vacía y que te pide favores incomprensibles. Tomar un taxi para huir de todo y ver que en la cabeza descascarada del conductor alguien parece haber tatuado palabras horrendas a la fuerza. Lanzarse por la ventana y aterrizar sobre una gallina que empollaba huevos de serpiente. Intentar sacarse de encima los dientes de pequeños anfibios que te quieren chupar el alma. Tirarte a correr por un callejón y resbalar sobre un sapo hambriento al que alguien le sacó los ojos. Ir a dar contra los muros y las puertas y enfurecer sin querer a un vecindario de ex convictos que se niegan a salir de la ruta del asalto y el cuchillo. Trepar por un muro tapizado de alambres de púa y vidrios afilados de hermosos colores. Quedar ensartado en el tope, de donde te baja a mordiscos un pastor alemán entrenado en la cárcel La Picota. Y ser llevado ante un subintendente de seguridad que sabe que nadie preguntará por ti, y que hace días se guarda unas ganas enormes de practicar kickboxing con algo vivo, débil y que grite. (Tiempo de escritura: 5’ 54”. Edición: 3’ 28”)

2 entusiastas que decidieron alimentar la máquina:

ColoresMari dijo...

Qué miedito... No me simpatizaría mucho vivir un día repleto de tragedias absurdas... Sobre todo, si me dan a elegir, prefiero "Trepar por un muro tapizado de alambres de púa y vidrios afilados de hermosos colores" que "Ir a dar contra los muros y las puertas y enfurecer sin querer a un vecindario de ex convictos que se niegan a salir de la ruta del asalto y el cuchillo".

Tétrico, pero hermoso texto... hermoso, como de costumbre.

PADRE RESPONSABLE dijo...

No sé, mi estimada señorita. Tal vez una horda de exconvictos de mal genio pueda ser hasta más benévola con vos que los vidrios estallados que rumian filo en lo alto de un muro. En todo caso, andá por la sombrita...