Aquí se leen (o se solían leer) los ejercicios de escritura automática de un tipo al que le encanta levantarse tarde... pero no puede.

Se tiraba del pelo porque sentía que en el fondo algo lindo debería suceder bajo su cuero cabelludo...

... quizá un baile neuronal que se activara sin querer al sentir el ritmo de los folículos pilosos azotados sin ninguna cadencia particular. Tampoco sospechaba que las ranas fueran a dejar sus monigotes de palabras para esa noche, y que la luna se derretiría de manera sutil pero imparable dentro de los recipientes que guardaban las pequeñas para consumir el agua rara de la mañana. No entendía demasiado de helioedros, y por eso decidió dejarlo todo al azar y al encuentro fortuito de los dedos sobre la mesa rota, pero al mismo tiempo sentía que aquel fogón tarde o temprano lo habría de premiar con un buen trozo de pan de amasar los cuerpos. Decidió no ahondar en la fenomenología de los espíritus difusos, pero eso no le preocupaba demasiado, al fin y al cabo nada podía ser mejor que ver caer la tarde sobre un lienzo hecho pedazos. Trató de volver al libro, pero el demasiado orden lo confundió, echó mano de la revista de poemas ilustrados pero seguía sosteniéndola siempre al revés y no sabía cómo librarse de ese sino. Silbó. Y de pronto todo se hizo claro. Lo que acababa de leer le pareció completamente aleatorio, y supo que ni el más desordenado de los cerebros conocidos podría encontrar en ello nada digno de ser puesto en el cajón de la razón. Volvió a silbar por accidente. Y todo volvió a su posición patasarriba. Sonrió. Y se dejó llevar por la corriente. (Escritura: 5’ 25”. Edición: 4’ 30”)

9 entusiastas que decidieron alimentar la máquina:

Anónimo dijo...

AVECES NO SE SI ENTIENDO TODO... O ENTIENDO NADA...

SEGUIRÉ FRECUENTANDO EL BLOG

Anónimo dijo...

Me gustó mucho el de la cabellera, no sé por qué todo el tiempo pensé que se trataba de una mujer, hasta que dijiste él

David E. Guzmán dijo...

...me regalaron un orgasmotrón de cumpleaños, es un aparato que masajea la cabeza, es una especie de araña que sube y baja por el cuero cabelludo, es algo lindo y dan ganas de tirarse el pelo después del placer, ki ki ki

Jan dijo...

Tentò el cuero cabelludo y ordenò a los santos que bajaran para hacerle una liposucciòn de estàtica. Tiene el cabello lleno de orzuela elèctrica, la antena parece haberse caìdo, pero no la comezòn bajo la nuca. habrìa que llamar al chamàn para saberse protegido de los gusanos. Pero no està enferma dicen, debo cepillarme el cabello tres veces al dìa y terminar mi penintencia con un padre nuestro, a menos que Rule me prestara su orgamostròn de cumpleaños, podrìa cambiar la nada en un festival de juegos piro pay tècnicos.

Áluna dijo...

En todo caso, no abandone este blog por la bien publicitada Agencia Pinocho. Los dos son buenos.

David E. Guzmán dijo...

Media Verónica:
Claro que te presto mi orgasmotrón... Eso sí: bajo tu entera responsabilidad... podés quedarte calva, el placer no es gratuito...

PADRE RESPONSABLE dijo...

Mono, tal cual, suscribo tu frase.

Anón... buena observación, sí es como andrógina la cosa: esa relación con el pelo suele ser como de ellas.

Rule: suave con el pelo, a menos que tengás mucho...

Media Verónica: ¡así es que se habla! (P.D: ¿Dónde consigo juegos piro pay técnicos?)

Aluna: ya ves, seguí tu consejo. Gracias amigo.

Rule: ... ah, no, eso es entre vos y Media...

Jan dijo...

Rule: Tomaré el riesgo como si me empinara un vasito de alcohol, podés mandármelo por paquetería en una de esas aves cojonudas con lentes y sombrero de terciopelo.

Padre responsable: Pues los juegos piro pay técnicos se hacen, no se consiguen ni compran. Luego te paso la receta.

PADRE RESPONSABLE dijo...

Media, pues por favor decile al ave de sombrerito aterciopelado que cuando esté de vuelta tenga la bondad de empacarse en una de sus faltriqueras la recetita de los piro pay... Que ya estoy curioso.